Déjame
decirte, amor, una vez más,
ahora
que el tiempo y la distancia
se
erigen como única certidumbre
sobre
la angustia,
ahora
que se tambalean los cimientos
de
la costumbre,
cuando
todo parece ajeno
y
mi voz está perdida,
déjame
decirte que te amo.
Déjame
contarte que el tiempo y la distancia
contienen
el solar de este crepúsculo,
que
las horas se alimentan con esquelas
de
esperanza y amanece indiferente el nuevo día
tras
un día y otro día
fragmentado
en el recuerdo,
déjame
decirte, susurrarte, callarte
que
soy sueño en el olvido,
sin
tiempo ni distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario