Sí, podíamos creernos que Toro, en la campiña zamorana, podía deber su nombre a ese noble animal que representa a nuestro país por antonomasia, creo yo, con permiso de algunas regiones que hoy en día puedan sentirse mejor representados por otro animal como la oveja o el burro.
El caso es que Toro deriva de Campus Gotthorum (campo de los godos), con aféresis de la sílaba inicial.
Hay que desconfiar de las etimologías populares, por lo que se ve.
Hala, pues yo ya lo sabía, fíjate...Es una de esas nimiedades que un día comentó mi profe de Áreas Lingüísticas peninsulares en la facultad y que yo jamás he olvidado. Eso y unas inscripciones ibéricas que había en Arroyo do Porco.
ResponderEliminarAhora bien...ya no me preguntes por los resultados de la yod en las lenguas peninsulares porque lo he olvidado todo.
Cómo mola la etimología!
La verdad es que sí. Yo no lo sabía. Mi profesor de Historia del español dijo que EMERITA AUGUSTA hubiera evolucionado a "mierda" si no fuera porque los emeritenses sabían que la segunda Roma no podía caer tan bajo. Así que se quedó en MÉRIDA, semicultismo sin caída de postónica y con la correspondiente aféresis.
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