No pensaba escribir en este blog nada que tuviera relación con el conflicto entre los profesores de Secundaria y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, hoy, cuando he ido a recoger a mis hijos a las tres de la tarde, me he topado con uno de los padres del colegio con el que he mantenido una encendida conversación en torno a las razones por las que hacer huelga o no.
Primero manifiesta que ha hecho huelga, pero que la incidencia en su centro de la huelga el segundo día había sido menor, cosa normal, aunque depende de las zonas dentro de la Comunidad, ya que, por ejemplo, en mi instituto, en Tres Cantos ha sido al revés, y eso, teniendo en cuenta que el Pintor Antonio López registra siempre índices muy bajos. El martes los datos fueron de 29 profesores en huelga y el miércoles de 37 en un claustro de 57.
Este padre, profesor de Religión, manifiesta a continuación que tiene dudas sobre el sentido de la huelga. Le pregunto que por qué y contesta que en su centro no se ha notado en absoluto esa serie de recortes que sí son evidentes en la gran mayoría de centros de Madrid aunque él lo ignore. Le explico, por ejemplo, que si haces un desdoble de dos grupos en una asignatura, necesitarás tres profesores que la impartan y que si no haces un desdoble, tan sólo necesitas dos. O sea, que un desdoble es bueno porque con dos grupos a 30 alumnos cada uno sacas tres a 20 y así, la cosa cambia pues favoreces la atención a los alumnos.
Pero en su centro esto no ha ocurrido. No voy a dudarlo, debe de ser un centro con mucha mano para manterner condiciones aceptables que otros centros no han sido capaces quizá porque simplemente se han tenido que tragar las rectrictivas instrucciones dictadas en julio para el comienzo de curso.
Le comento, entre otras cosas, que si me aprietan las tuercas, a lo mejor no voy a estar muy dispuesto a hacer extraescolares pues son horas que hago sin que me las paguen convenientemente; me refiero a que me dan una dieta para un bocadillo, pero no me pagan esas horas extras en las que estoy al cuidado de los alumnos. Entonces me espeta que no confunda a los padres con esos argumentos porque siempre hemos hecho extraescolares, que es verdad que no están pagadas y que los alumnos y los padres no tienen que sufrir las consecuencias. Vamos, que mezclar las extraescolares con lo que está pasando no es ético. Pero digo yo, que, si bien es algo que hago por amor a mi trabajo, estoy en mi derecho a no echar más horas si se me aprietan las tuercas. A lo mejor este padre, profesor de Religión, no sabe que para realizar un intercambio con Francia hay que realizar un montón de gestiones que habitualmente has de realizar fuera de tus horas de trabajo, horas que ahora debo emplear a la docencia y que antes podía cubrirlas con la preparación de las clases u otro tipo de actividad complementaria.
Y es verdad, qué culpa tienen ellos. Yo dispongo de menos tiempo para preparar mis actividades en mi centro de trabajo, pero no tienen que pagar las consecuencias los demás. Así que lo que voy a hacer a partir de ahora es entusiasmarme aún más con mi trabajo, pero fuera de mis horas de trabajo más de lo que ya lo hago.
Como no salíamos de ahí y la discusión se trababa, me suelta que montar todo esto por dos horas lectivas más no es serio y le contesto que a lo mejor él tiene dudas de si hacer dos días de huelga y perder 100€ cada día no trabajado, pero yo no, y desde luego, YO NO HAGO HUELGA POR DOS HORAS LECTIVAS MÁS, lo hago porque en julio del año pasado nos dictaron un cupo a partir del cual teníamos que asumir 5 profesores menos; lo hago porque este años tenemos que hacer lo mismo con 7 profesores menos y el mismo número de alumnos. Total: 12 profesores menos.
Claro, esto no es un recorte, sino un sutil recorte. El dinero será el mismo, que lo dudo, pero además, ese recorte de profesores es mayor si asumimos 20 horas lectivas. Menos profesores implica que habrá menos asignaturas optativas, menos desdobles, menos clases de refuerzo, menos posibilidad de atender a alumnos de integración o de compensatoria, menor posibilidad de atender al 90% de la inmigración que la concertada y privada no quiere atender, menor posibilidad de hacer desdobles para laboratorios y prácticas (mete a 30 alumnos en un laboratorio o taller en donde hay herramientas, utensilios y productos peligrosos), menos profesores con horas de guardias en patios, recreos, aulas y bibliotecas. Pero bueno, la biblioteca se cierra y ya está; el que no tenga dinero para comprarse un libro que se aguante.
YO NO ESTOY EN HUELGA POR DOS HORAS MÁS DE TRABAJO porque ya trabajo las 37'5 semanales y más en mi casa, como todo el mundo sabe que hace un profesor. A mí y a mis compañeros no nos importa eso sino LA DIGNIDAD DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA, QUE ES DE TODOS Y EN BENEFICIO DE TODOS.
Aquí dejo el testimonio de una alumna de 1º de Bachillerato de Getafe.
http://esodelaeso.blogspot.com/2011/09/cronica-de-una-alumna.html
A mí me parece que hay más que motivos para hacer huelga y protestar, y más viéndolo desde Alemania, donde la enseñanza privada es prácticamente inexistente. Como dices, el objetivo es mantener la calidad de la enseñanza pública. Hoy día los profesores tenéis que realizar muchas otras tareas que antes no existían, como lo que dices de los intercambios, y los padres de hoy día exigimos más transparencia e información de lo que pedían los nuestros. Más tareas con menos profesores... está claro que los perjudicados son los alumnos, pero el profesorado acabará quemándose, salvo los muy motivados, ante tantas exigencias sin el tiempo necesario para realizarlas. Está claro que los que toman ciertas decisiones no tienen a sus hijos en colegios públicos.
ResponderEliminarQuerido Paco, a mí me duele la boca de hablar, y los oídos de escuchar cretineces. Que se lo digana a los padres de los alumnos de integración o compensatoria, cuando vean cómo se reducen o desaparecen las horas de atención que recibían sus hijos de profesores espcecialistas. O a los padres del resto del alumnado, cuando estén todos junticos en clases bien nutriditas, con un profe de Lengua que debe atender a alumnado de diferente rendimiento en una clase de 50 minutos. El que lo pille bien, el que no, se siente. Lo de las extraescolares no solo es por una cuestión de tiempo. Con las guardias mermadas, a ver qué pasa el día que salgan tres o cuatro profesores y dejen sus grupos huérfanos. Digan lo que digan, estos recortes acentúan la brecha entre ciudadanos de primera y de segunda. Pues eso, que no es por dos horas, sino por lo que las dos horas de marras traen de la manita. Ánimo!!!!
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