Partamos de aquellos topónimos cuya estructura es un Sintagma Nominal formado por Determinante + Núcleo, o simplemente por un Núcleo.
En el primer caso, la gran mayoría de ellos se enuncian en plural con determinante artículo: Las casas. Además, suelen ser diminutivos que toman el sufijo -illas, -itas, -etes, -iñas o -icas. Cabe mencionar alguna excepción como es El Casón, en Albacete o As Casarizas, en Orense, que como vemos toman el artículo masculino o utilizan un sufijo diferente.
Entre estos topónimos, son un caso singular Casinos, en Valencia, similar al italiano Casino, empleado como casa elegante y cómoda; Casla (lat: Casula) con el sentido de "cabaña", en Segovia; o Cáseda, en Navarra, con el sufijo de abundancia -etum (-edo; -eda).
En cuanto al segundo caso, los topónimo formados por un solo sustantivo, destacamos Caseiro, en Orense; Caserías, en Jaén y Casoio, en Orense.
Otros topónimos toman un derivado como Casar, en Cantabria; Casares, en Málaga o El Casar, en Córdoba o Guadalajara.
Por otro lado, una serie de ellos se forma con Casal o con O Casal, en Galicia.
Por último, añaden dos sufijos los topónimos Casarejos, en Soria; Casarejo, en Cádiz; Casariche, en Sevilla y Casarito en Salamanca.
Añadimos como cierre los topónimos formados por coordinación: Casitas y Arogatillos, en Cáceres y Casares y Quevedo, en Cantabria.
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