Que se metan Halloween donde les quepa, sería emplear una expresión un tanto agresiva que no sé si merece el costumbrismo celta y anglosajón.
Supongo que el cine norteamericano ha tenido mucho que ver en que ahora nuestros jóvenes adolescentes piensen en el 31 de octubre como la fiesta de Halloween y no en el 1 de noviembre como la festividad de los Difuntos. Que mis alumnos no sepan qué es comulgar o santiguarse, pero estén preparados para saltar esa noche la tapia del instituto, soltar petardos y tirar huevos en la fachada, o romper lo que se les antoje, entra dentro del nuevo costumbrismo, de la cultura de consumo y del todo vale con tal de divertirse y no me toques los cojones con tus moralinas. "Es que es Halloween y ya está".
Comprendo que para estas nuevas generaciones de maleducados, hijos de padres desentendidos, lo de honrar a los familiares muertos, tíos, abuelos, padres, etc, no es divertido porque no incluye bailar sobre la tumba o pisotear las flores.
Y es que hoy en día no hay que tomarse nada en serio, ni siquiera a la muerte, de modo que este Halloween importado, con su márketing y su impronta televisiva es el sustituo del día de Todos los Santos y podría convertirse en uno de los mandamientos de la sociedad futura. Trick or treat? ¿A que mola?
Yo también me he preguntado miles de veces en qué consiste esa fiesta patética: ¿es un carnaval o el aguinaldo mejorado?
ResponderEliminarSí, lo cierto es que se ha perdido la tradición, es decir, que el día que realmente interesa es el siguiente, el de todos los santos. Pero ¡a quién iba a interesarle ese día! Lo que importa es divertirse ¿no? y encima copiando otras tradiciones, que no es mérito nuestro.
Sólo es un negocio más en un mundo materialista que crea necesidades innecesarias.
De hecho, el cumpleaños de mi hermana, es el mismo día, el 31 de Octubre, así que es solo un decorado más que enciende la vista.
Yo no tengo nada que celebrar, desde luego, pero a los niños se les enseña qué es Halloween desde la guardería de manera que aprenden a quitarle hierro a la muerte, con la que creo que deberíamos convivir más a menudo o por lo menos, no perderla de vista.
ResponderEliminarDesde luego que somos víctimas del colonialismo anglosajón y revestirlo de globalización no es más que una forma de suavizar la realidad.
En cualquier caso, nadie se muere de Halloweenismo ni de Papanoelismo ni de ser un snob empedernido. Lo que no se puede perder es el respeto a lo ajeno y si tiran huevos, que lo hagan sobre su propia casa.
La verdad es que a mi me parece una fiesta interesante. No todo el mundo tira huevos o rompe cosas. El cumpleaños de mi hermano también es el 31 de Octubre y la verdad esque se lo pasan bien disfrazados de monstruos etc. A mi también me gusta la fiesta, todos los años lo celebro con Helena, nos vamos a su casa, vemos pelis de miedo o contamos cuentos de terror. Tengo la suerte de no tener muerto ningún pariente conocido y quizas eso afecte a mi postura pero no me aprece mal celebrar fiestas como esta aunque no sea tradición española. Eso sí, no defiendo en absoluto los actos vandalicos que cometen algunos con el pretexto de Halloween, faltaría más. Pero sí estoy a favor de su celebración ya que soy fan de los personjaes fantásticos como vampiros, hombres lobo etc.
ResponderEliminarJanne, no había leído tu comentario. Ciertamente, todas las fiestas y costumbres tienen un origen y surgen por una razón. Lo malo es el uso en que deriva esa costumbre. A mí me parece bien que se celebre el día de año nuevo, pero no que la fiesta degenere en lanzamiento de botellas porque a alguien se le ha ocurrido.
ResponderEliminarLo que yo denuncio es la copia barata, el hecho de que nos apuntemos al carro de todo y que celebremos especialmente lo que va contra la libertad de los demás.
Halloween es asumible, pero no me gusta particularmente la sustitución gradual de los rasgos culturales que nos caracterizan, y no precisamente por el hecho de que viva el 1 de noviembre de modo espiritual.
Vamos, que me parece una americanada.
No obstante, te entiendo y es razonable lo que dices. ¿Has leído Drácula, de Bram Stoker, o Frankenstein, de Mary Shelley? Eso va en la línea de tus gustos. Merecen la pena.
Celebro tu participación en mi blog.
Un saludo.