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lunes, 23 de diciembre de 2013

Ardena en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga. Niña y carnero.

II



Que tú fueras la niña,
simplemente con eso;
porque el tiempo está exhausto,
simplemente no existe
bajo la flor silente
del almendro. Que tú
fueras la niña, solo
con eso rondaría
el carnero a lamerte
desnudos, agostados
los huesos, en la noche
doliente en que no habita
el recuerdo. Serías
la niña, la doncella
con la piel del carnero.


4 comentarios:

  1. Sin palabras, compañero. Un placer leerte y volver por aquí. Feliz Navidad

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  2. Feliz Navidad, Carlota. Me hace muy feliz tu comentario. Anoche lo escribí y no esperaba este premio. Como siempre, gracias.

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  3. ¡Qué alegría, Paco, volver a saber de Ardena! Ya era hora de activar este sitio un poquillo. Y puesto que terminamos bien el 2013, sigamos adelante, a ver si el año nuevo nos trae toneladas de inspiración. Abrazos.

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  4. Gracias Inma. Espero poder salir a flote poco a poco. Tengo ideas, pero poco aliento. ¿Hastío? Me llenan de alegría tus palabras. Casi ha pasado un mes desde tu comentario. Besos.

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