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domingo, 20 de febrero de 2011

Toro.

Sí, podíamos creernos que Toro, en la campiña zamorana, podía deber su nombre a ese noble animal que representa a nuestro país por antonomasia, creo yo, con permiso de algunas regiones que hoy en día puedan sentirse mejor representados por otro animal como la oveja o el burro.
El caso es que Toro deriva de Campus Gotthorum (campo de los godos), con aféresis de la sílaba inicial.
Hay que desconfiar de las etimologías populares, por lo que se ve.
 

Poema II.

Si llegado el momento
decidieras marcharte, alejarte
del espacio común
que compartimos, o si
acaso prefirieras el cobijo

de otros labios que digan
tu nombre, desligados del hastío,
del tedio y la costumbre;
si quisieras huir,
escapar de los ritos cotidianos,

mi voz enmudecida
sería como el viento, ceñiría
tu cintura de acrósticos
besos, sería música,
el acorde que anida en el recuerdo.

Acorde de un allegro, ma non troppo.
Sólo por ti, en silencio.

sábado, 19 de febrero de 2011

Aveinte.

Este lugar abulense situado curiosamente a veinte kilómetros de la capital, debería su nombre probablemente al antropónimo latino Adventius, derivado de adventus, es decir, "advenimiento", "llegada".
Sería interesante buscar otros topónimos cuyos nombres remitan equívocamente a otra realidad distinta de la de su procedencia. Proponed alguna.

lunes, 14 de febrero de 2011

Enjoy the silence



Cuando vi este maravilloso vídeo, yo tenía algunos años menos. Estaban echando un programa de vídeos musicales y entonces apareció este Enjoy the silence, (Violator, 1990). La melodía y las imágenes nos invitan a la meditación, a sentirnos pequeños en medio de la creación.
Años más tarde descubrí la comarca de Molina de Aragón, su desierto páramo, el pedregal, los pinares y el sabinar, y allí me vi rodeado de ese espectacular entorno, a salvo de cualquier palabra que pudiera dañarme y, a la vez, a expensas de mis tribulaciones, en un doble juego en el que podía ser una parte de la naturaleza y una víctima de mí mismo.
Cuando nos hiere la vida, no hay refugio posible, ni siquiera en la soledad de las planicies, en la serenidad de los arroyos o en los soberbios roquedales, uno se siente minúsculo y vulnerable, o como un rey, pero, al menos, no hay palabras que te dañen; y las penas, y las dudas, y los errores son sólo eso, y no hieren a nadie.
Aquí tenéis la letra:


Words like violence
break the silence,
come crashing in
into my little world.

Painful to me,
pierce right through me,
can´t you understand?
Oh my little girl!
All I ever wanted,
all I ever needed
is here in my arms.
Words are very unnecessary,
they can only do harm.
Vows are spoken
to be broken,
feelings are intense,
words are trivial.
Pleasures remain
so does the pain,
words are meaningless
and forgettable.
All I ever wanted,
all I ever needed
is here in my arms.
Words are very unnecessary,
they can only do harm.

Ya sabéis que espero vuestra traducción.

sábado, 12 de febrero de 2011

El Tesoro de Sebastián de Covarrubias.

Entre 1492, fecha de la primera Gramática europea de una lengua vulgar, la española de Nebrija, y el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, 1739, se sitúa el Tesoro de la lengua castellana o española, 1611, obra de Sebastián de Covarrubias.
Si bien, en cuanto a las gramáticas en lengua vulgar, España se adelantó al resto de Europa, no fue éste el caso del diccionario de Covarrubias, llamado como tantos otros en la época, tesoro.
El de Covarrubias es más que un diccionario y menos que una enciclopeida como hoy los entendemos ya que está plagado de comentarios, citas, curiosidades, refranes, etc., de tal suerte que puede leerse sin que resulte árido y no sólo consultarse.
Como ejemplo de lo que digo valga esta muestra:



Definición:
GORRA. Es ornamento de la cabeza, con que andamos en la ciudad o villa, y cuando se ha de hacer visita y estar en alguna congregación pública con traje y hábito decente.
Excursos:
Y cuando se va por la calle, si llueve o hace sol o viento, o mucha frialdad, tomamos sombreros, aunque ya este buen término se va estragando; y no tan solamente seglares, pero aun clérigos traen de ordinario sombreros.
Expresiones compuestas:
Llamaron medias gorras aquellas cuya faldilla caía derecha la mitad, y cubría el pestorejo y las orejas, y con una toquilla que formaba una rosa en medio de la coronilla; y esta era cobertura de letrados y consejeros de los reyes.
Frases hechas:
Ser duro de gorra, esperar a que el otro se la quite primero.
Refranes y dichos:
Para notar a uno de cornudo suelen usar de un término en dialogismo, diciendo uno de la conversación, cuando el cornudo pasa por delante: «Ponte su gorra», y responde el otro: «Más quiero andar en chamorra [trasquilado]».
Derivados:
Gorrón
, gorra grande. [...] En el Andalucía llaman gorrones a los gusanos de seda, que habiendo pasado las comidas y a las dormidas, al tiempo que los demás suelen hilar sus capullos, se están ellos quedos y engorran el desbabar.
Etimologías:
Y hase de advertir que Diego de Urrea dice que gorrón es nombre arábigo, de gurarum, que vale engaño.
Historia:
Los romanos, en tiempo de paz, no traían nada sobre la cabeza; pero los muy regalados, si llovía o hacía mucho sol, echaban una punta de la toga sobre la cabeza, y si topaban en el camino algún personaje a quien se debía hacer cortesía, descubrían la cabeza, que en latín responde aperire caput; y por no entender algunos el modo de llevarla cubierta, tuvieron por cierto que se cubrían con particular cobertura señalada para traer sobre la cabeza. Sin embargo desto, los que eran enfermos della, de modo que les obligase a traerla cubierta (como agora a los que se ponen cofiezuelas y bonetillos) traían una mantellina cuadrada y corta sobre la cabeza en el teatro, porque estaban al sol y al aire y al agua y mal temporal. Les consentían llevar sombreros de falda larga y las umbelas, que eran como quitasol; no embargante que tendían encima sobre cuerdas tirantes unas velas o cielos; pero estas a veces las levantaba el aire y no se podían sustentar y tampoco resistían el gran calor del sol por caniculares. Fuera del teatro no usaban los sombreros, salvo cuando iban camino o habían de salir fuera de poblado.
Citas:
Y porque universalmente todas las criaturas deben reconocimiento a Dios, y el hombre, por natura y gracia habiéndole mejorado en tercio y quinto, entre las demás, ante su acatamiento toda cabeza se descubre y humilla, echando por tierra coronas y tiaras. Esto se nos representa en aquella revelación de San Juan, Apocalypsis, cap. 4: «Et cum darent illa animalia gloriam et honorem et benedictionem [...]».
Metacomentarios del autor:
Desto pudiera traer muchos lugares ['citas'], pero el curioso se los buscará, que me queda mucho camino por andar de aquí a que pueda cumplir con este trabajo que he emprendido. [Y a pesar del "mucho camino por andar" que le quedaba, Covarrubias aún estiró esta entrada, que iba por las mil palabras, en otras seiscientas].
Recuerdos personales:
La gorra es cobertura de cabeza de hombre seglar, y antiguamente los criados de los estudiantes en Salamanca traían capas y gorras, de donde tomaron el nombre de capigorristas; pero como teniendo cursos era tan bueno Pedro como su amo, en el voto algunas veces dan o quitan ellos las cátredas; y por eso el otro opositor en mi tiempo, les captaba la benevolencia por un gracioso rodeo, diciendo: «Los señores mis señores, que sirven a otros señores, mereciendo ser servidos, y yo les soy servidor».

Así que, para conmemorar el cuarto centenario de tan magna obra, propongo que cada uno de nosotros brindemos con palabras, que cada uno elija aquélla que por razones diferentes significa algo para sí mismo, da igual el motivo y embriaguémonos de palabras, ahora que he roto el silencio.



PARA EMPEZAR PROPONGO BRINDAR CON LA PALABRA "LASCA" que en mi casa se empleaba no para referirse al fragmento que se desprende de una piedra, sino con el significado de "loncha" o "trocito de cualquier vianda o alimento que se corta para comerse". Cosas de Extremadura. "Párteme una lasca de chorizo, anda".

martes, 8 de febrero de 2011

Luis Alberto de Cuenca.

La semana pasada nos visitó, en el I.E.S Pintor Antonio López, el poeta y erudito Luis Alberto de Cuenca, quien a partir de hoy es miembro de la Academia de la Historia.
No pude disfrutar de la elocuencia de sus palabras ni de su afectado verbo, no exento de naturalidad, durante la hora y pico que duró su presencia en el salón de actos pues el deber me tenía deparado otros quehaceres, pero sí pude escucharle recitar tres poemas que comentó con gran sencillez ante un público adolescente que dejó al autor, al término de su intervención, satisfecho por el animado turno de preguntas que hubo en la parte final de su recitación.
Luis Alberto de Cuenca, poeta que evoluciona desde el culturalismo, de la mano de su coetáneo Luis Antonio de Villena, destaca por considerar que cualquier tema es materia poetizable y que cualquier palabra encaja en un poema, si se sabe hacer con gusto.
Comentó que su obra acaba de aparecer en una antología de la colección Castalia Didáctica muy útil para el profesorado. Yo tenía otro libro, Los mundos y los días. Poesía 1970-2002, publicado en Visor Libros, en el que aparecen los poemas que leyó, todo hay que decirlo, de memoria.
A mí me gusta el Luis Alberto de Cuenca que poetiza las difíciles ralaciones de pareja de la postmodernidad por la ironía y el humor que emplea, no exento de desencanto. Hoy dejo esta muestra para los que seguís el blog.

SONETO DEL AMOR DE OSCURO

La otra noche, después de la movida,
en la mesa de siempre me encontraste
y, sin mediar palabra, me quitaste
no sé si la cartera o si la vida.

Recuerdo la emoción de tu venida
y, luego, nada más. ¡Dulce contraste,
recordar el amor que me dejaste
y olvidar el tamaño de la herida!

Muerto o vivo, si quieres más dinero,
date una vuelta por la lencería
y salpica tu piel de seda oscura.

Que voy a regalarte el mundo entero
si me asaltas de negro, vida mía,
y me invaden tu noche y tu locura.

Quizá conozcas algún otro poema de este autor. Te invito a compartirlo.
Y también a que conozcas  quién fue el autor de la letra de Caperucita feroz de La Orquesta Mondragón.